Te la
presento, Mario. Te presento a la oscuridad.
Te la presento en un intento de verla sin quedarme
paralizada. Te la presento porque a veces me da miedo hasta hablar de ella y
así no vamos a ningún lado. Me siento con la fuerza para enfrentarla y ver cuán
grande es su poder a la luz del sol.
Se esconde en las sombras, parece sumisa pero es
devastadora, es dependiente, manipuladora, inhabilitante, depresiva, pegajosa,
corrosiva. Te deja paralizada de golpe cuando te la encuentras de frente o te
atrapa por atrás cuando no la ves venir y se va filtrando, despacio. Donde mira, queda negro, hay muerte. Fingir
que no pasa nada, quedarse callada, quieta, esconderse, no salir, no enfrentar.
¿Qué dirán de mí? ¿Y si no me aman? No puedo hacer nada bien. No estoy pronta.
Qué miedo que me miren. ¿Qué pensaran de mí? ¿Y si no lo hago bien? ¿Y si
fallo? ¿Y si me abandonan? Me voy a quedar sola. Nadie me quiere. ¿Quién soy yo
para tener un proyecto e ir a por él? ¿Quién
soy yo para brillar y expresar toda mi creatividad? No me merezco nada. No me
merezco ser amada. Seguro te van a lastimar, te van a abandonar, te van a dejar
sola.
Para ella nunca nada está bien, Mario, nada le es suficiente y puede exigirme hasta
el infinito, hasta comerse todas mis fueras porque en el fondo no es libre, no
tiene vida propia. Me llevó años darme cuenta de su presencia y otro tanto identificar
su voz que yo no quería escuchar porque duele, Mario, duele mucho adentro y
desde el fondo.
Pero más la evito, más crece la ansiedad en el pecho y más
crece ella en su cueva. Sé que está ahí, y me da miedo mirarla y más la evito,
y más crece.
Basta.
Hoy, en la noche más larga del año, cuando crece la oscuridad
para que renazca la luz, la busco en su cueva, la busco en las sombras para sacarla
a la luz, para enfrentarla y renacer.
Aún da miedo, Mario, da miedo hablar de ella, da miedo
enfrentarla, da miedo sacarla a la luz. Pero hacer el esfuerzo se siente bien
porque yo no soy ella, Mario, yo soy
mucho más. Y puedo transformar, desde mi libertad, desde mi fuerza. Aunque yo,
o mejor dicho ella en mí, no lo pueda creer, hay otra gente que está dispuesta
a luchar por mí. ¿Pero estoy yo dispuesta a luchar por mi misma? ¿Estoy
dispuesta a vivir?
Sí.
***
I introduce you to her, Mario. I
introduce you to the darkness.
I introduce you to her in an attempt
of seeing her without freezing. I introduce you to her because sometimes I am
even afraid of speaking about her and this is not going anywhere. I feel strong
to face her and see how powerful she is in the light of the day.
She hides
in the shadows. She looks submissive but she is devastating, dependant, manipulative,
disqualifying, depressive, clingy, corrosive. She can paralyze you when you
meet her suddenly or she can catch you from behind when you don´t see her and
she slips in, slowly. Wherever she looks everything becomes black, dead. Pretend that nothing happens, don´t say a word,
be still, hide, don´t go out, don´t face it. What will they say? They won´t love me. I
can´t do anything right. I am not ready. It is so scary to be seen. What will
they think about me? And If I don´t do it right? And if I fail? And if the
abandon me? I am going to stay alone. No one loves me. Who am I to have a
Project and got for it? Who am I to shine and express my creativity? I don´t
deserve anything. I don´t deserve to be loved.
I am sure they will hurt me, they will abandon me, they will leave me
alone.
For her
nothing is never good enough, Mario, and she can keep demanding forever until
all my forces are consumed because she is not free, she doesn´t have her own
life. It took me years to realize her presence and many more to identify her
voice. I didn´t want to listen because it hurts, Mario, it hurts inside and
from deep within.
But the
more I avoid her, the more restlessness grows in my chest, the more she grows
in her cave. I know she is there, and I am afraid of seeing her and the more I
avoid her, the more she grows.
Enough.
Today, in
the longest night of the year, when darkness grows so light can be reborn, I
seek her in her cave, I seek in the shadows to take her into the light, to face
her and be reborn.
I am still
afraid, Mario, afraid of speaking about her, of facing her, of taking her into
the light. But the effort feels good because I am not her, Mario, I am much
more. And I can transform, from my freedom, from my strength. Even if I, or I
should say her inside me, can´t believe it, there other people willing to fight
for me. But am I willing to fight for myself? Am I willing to live?
Yes.
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