domingo, 4 de mayo de 2014

una de abrazos!

Lo maravilloso de los abrazos es el amor, es decir, que dar y recibir se vuelven una misma cosa.


Hoy lo que necesito son abrazos. Respiro. Adentro. Afuera. Adentro. Afuera. Me relajo y mi respiración se relaja. Entonces empiezo a dar y recibir abrazos. Pienso en mis amigos del alma y me dedico un tiempo para darles un abrazo a cada uno. Me tomo todo el tiempo que necesito hasta que siento su presencia dentro de mí, llena de recuerdos e historia. Siento el amor y  la energía del abrazo, las ganas de abrazarlos, y los abrazo. Es un momento mágico. Cada abrazo es diferente y especial según la persona. Siento si el abrazo es apretado. Siento si el abrazo es tranquilo. Siento si es intenso o relajado. Siento como se siente estar entre los brazos y tener entre mis brazos a esa persona. Lo siento en mi cuerpo. Y me siento maravillada de poder abrazarlos y  que estén para mí en el abrazo. Pienso en mis hermanos y les doy un abrazo. Observo cómo cada uno de los dos genera en  mí sentimientos diferentes durante el abrazo. Siento como los quiero con toda mi alma y siento la maravilla de tenerlos como hermanos. Me dan ganas de un abrazo de a tres y los abrazo a los dos juntos también. Pienso en mi  mamá. Pienso en el abrazo. Pienso en los sentimientos que me genera su abrazo. Pienso en mi papá y le doy un abrazo. Pienso en lo que me genera ese abrazo. Me dan ganas de otro abrazo de a tres y luego de uno de a cinco. Me maravillo de la fuerza de ese abrazo. Pienso en otros miembros de mi familia a los que quiero abrazar o de los que quiero recibir un abrazo. Me tomo el tiempo de encontrarlos uno a uno dentro de mí y de abrazarlos y de dejar que me abracen. Respiro. Me siento feliz de tantos abrazos. 
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