martes, 21 de febrero de 2012
Las Hortensias.
Son otras hortensias, Mario, no son las de Felisberto. Yo estaba caminando con los ojos cerrados. Caminaba despacio, y en cada paso me tomaba mi tiempo, y el tiempo pasaba en cada paso. Yo venía con los ojos cerrados, ya venía mirando el cielo. No se veían las estrellas. Y las voces tampoco estaban. Cuando abrí los ojos, despacio, estaba en el lugar de las hortensias. Nos sacamos una foto ahí una vez. Todas juntas y en la foto había muchas flores. Esas flores de muchas flores que son las flores de las hortensias. Y todas sonreíamos y nuestra sonrisas y todas juntas. Como las muchas flores diferentes de una misma flor de hortensia. Yo abrí los ojos, despacio, pero en las hortensias no había flores. Y paf. Las hortensias me pusieron triste. Es que yo ya venía mirando el cielo. Y cuando abrí los ojos, despacio, supe que las hortensias me estaban regalando palabras que iban a buscar el pasado pero yo seguía caminando, despacio, y en cada paso me tomaba ni tiempo, pero el tiempo pasaba en cada paso. Y en el paso del tiempo, en las ausencias de flores, de sonrisas, de estrellas, yo extrañaba el momento aquel, las extrañaba a todas, extrañaba las flores de la foto y las sonrisas que eran como las flores diferentes de una misma flor de hortensia.
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