domingo, 17 de enero de 2016

Al otro lado del río, al otro lado de la puerta / On the other side of the river, on the other side of the door


 Hay una voz que me habla, Mario,
Me habla en sueños, en deseos,
en una conciencia, en una fuerza
y en un coraje que no son nuevos,
 pero no estaban antes.
Estaban guardados,
 arriba, adentro,
al otro lado del río,
al otro lado de la puerta.


Es hora, Mario. Es hora de abrir la puerta y salir a ver que hay, de subir por el túnel, de subir escaleras estrechísimas, de atravesar ríos, de gritar pidiendo ayuda, de sacarme las pieles, de abrir la puerta. Es hora de confiar. Es hora de descubrir quién soy en realidad. Es hora.  Hacia adentro y hacia afuera, mirar lo que soy, mirarme a la cara y confiar.  Es hora de encontrarme con las dos verdades, la de mi sufrimiento, y llorar de impotencia y de dolor y verme y ver todo lo que quedó atrás, escondido; y con la otra verdad, que me dice que la jaula de todos los días no me la pone nadie más que yo. Es hora de ver que lo que me salvó un día es ahora una jaula y que tengo la llave de la jaula  en la mano. Solo me basta abrir la puerta o subir las escaleras estrechísimas, o sacarme las pieles, o subir por el túnel, y confiar en lo que habrá, arriba, adentro, al otro lado del río, al otro lado de la puerta. Mirarme a la cara y ver lo escondido, la sombra, y el dolor, y la fuerza. Verme a la cara. Es hora. ¿Que si tengo miedo, Mario? Sí, tengo miedo, pero es hora. No me paraliza la oscuridad, las sombras, ni el llanto de los niños al otro lado de la puerta. Solo quieren ser vistos, quieren que los vea, y quieren cantar su canción. Solo quieren cantar su canción. Es hora de ver que yo también hice lo mejor que pude, que lo que me salvó un día es ahora una jaula. Es hora de confiar en ellos, en los niños, en que me ayudan, y también en la ayuda que viene de afuera. En las sombras está el dolor pero también todo lo que puede ser, todo lo que soy ya pero está escondido, todos esos niños, al otro lado de la puerta. Solo quieren cantar su canción. Es hora, Mario, es hora de ser quien soy y proteger mi proceso de volverme yo, unida, de volverme mi esencia, de encontrarme con lo escondido en las sombras, con todo lo que hay, arriba, adentro, del otro lado del río, del otro lado de la puerta. Quedarme donde estoy sería morir, Mario. Es hora. 

***

There is a voice speaking to me, Mario,
It speaks in dreams, in wishes
In an awareness, in a strenght,
And in a courage that are not new,
 But were not there before.
They were kept,
 Upstrairs, inside, 
On the other side of the river,
On the other side of the door.


It is time, Mario. It is time to open the door and check what´s outside, to move up through the tunnel,  to climb very narrow stairs, to cross rivers, to shout for help, to take out the old skins, to open the door. It is time to trust. It is time to discover who I truly am. It is time. Inwards and outwards, look at what I am, look in to my eyes and trust. It is time to meet the two truths. Meet the suffering –and cry feeling powerless and hurt, and see myself and watch everything that was left behind. And also the other truth, that tells me that the one that locks in the cage of everyday is no one but myself. It is time to see that what once saved me is now a cage and that I have the key in my hand. All it takes is to open the door, climb the stairs, take out the old skins or move up through the tunnel and trust in what will be there, upstairs, inside, on the other side of the river, on the other side of the door. It is time to look into my eyes and see what´s hidden, the shadow, the pain, the strength. Look into my eyes. It is time. Am I afraid, Mario? Yes, I am afraid, but it is time. I am not paralyzed by the darkness, by the shadows, or the by the weeping of the children on the other side of the door. They only want to be seen, they want me to see then, then want to sing their song. They just want to sing their song. It is time to see that I also did my best, that which saved me once is now a cage. It´s time to trust in the children, in that they help me, and also in the help that comes from outside. In the shadows is the pain but also everything that can be, everything that I am already but is hidden, all those children, on the other side of the door. They only want to sing their song. It is time, Mario, to be who I am and protect mi process of becoming me, unified, of becoming my essence. It is time to meet what is hidden in the shadows, with everything that is there, upstairs, inside, on the other side of the river, on the other side of the door. To stay here would be to die, Mario. It is time. 



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