A modo de explicación de esta
cuestión de los días…
Hubo idas y hubo vueltas. Y hubo más idas. Y hubo más vueltas. Y en algunas de esas
vueltas o de esas idas conocí a tres personas que fueron las que hicieron que
esos días fueran. Esto no es para ellas, esta explicación digo, porque ellas ya
lo saben y tienen por algún lado todos los días. Porque los días
fueron para Mario, y para ellos y a ellos y a Mario les hablo, en esos días. Al
resto, al que le interese va, le paso a explicar esta cuestión de los días. Lo que pasa es que como ya
dije en no se qué día, las palabras son como la vida, entonces no se quedan atrás
y también dan vueltas y tienen sus idas y sus venidas. Y a veces pasa –bastante
seguido de hecho- que todo termina
siendo al revés. En este caso al principio fue el blog, aunque había algunos textos que ya
eran antes de ser el blog. Pero después se fueron convirtiendo en otra cosa,
una cosa entera, de donde salen estos fragmentos de días y sucede ahora que fragmentos
de los días vienen a parar al blog cuando antes eran fragmentos del blog que
iban a parar a los días. No hay solución. Así de complicadas son las vueltas de tanta ida y tanta venida. Y para peor, para seguir dando vueltas, se llaman igual, el blog y los días, se llaman
escribiéndole a Mario. En fin, yo me divierto bastante. Pero para ustedes, no se si ahora esta más claro o más enredado,
este lío de idas, de venidas, de vueltas, de fragmentos de los días.
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