jueves, 16 de agosto de 2012

Hoy leía, Mario...


Hoy leía Mario, leía esto, me leía, o miraba para atrás que es todo parecido, y me buscaba y me encontraba en la escritura disfrutando de ese mirar para atrás justo antes de sumergirme en el adelante. De lo sin sentido salió todo esto, Mario, todos estos retazos de vida en palabras que te comparto, salieron de un gran texto sin sentido donde van a parar todas las palabras que quieren salir, donde van a parar los jirones y las cosas más redondas y donde después se verá si son de verdad redondas o si son de verdad jirones. Lo sin sentido es como un cuenco cálido recojedor de palabras caidas.Tengo muchas páginas de sin sentidos, Mario, y a veces de repente algo crece un poco y sale del cuenco, como yo ahora, como estos retazo de vida en palabras que te muestro, de esos donde cada pedacito es para escuchar con los oídos y con el adentro. A veces hay que probar del otro lado de la palabra o empujarlas un poquito, con cariño, animándola a salir y resulta, resulta esto, estos fragmentos de algo, este delirio de retazos que tiene muchas caras, que avanza y que cambia. Yo lo que quería era volver a ver la esencia, volver al sonido, volver a lo que nos llega de lo que no tiene sentido…como la música, Mario, que es lo que está adelante.

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