sábado, 26 de mayo de 2012

El sueño


(No es que no esté creativa con los títulos,
Mario, bueno, también puede ser…
es que para el sueño no se me ocurría
nada mejor que
el sueño.)

Fue un sueño que fue creciendo de a poquito. Creció y creció. Y yo no me animaba mucho a verlo crecer. Más bien que miraba para otro lado. Sentía que se me escapaba a veces y no sabía para donde. Entonces mejor no miraba. Y que se fuera, total. Es que se iba, lo perdía a veces,  y yo no sabía cómo hacer para seguirlo y lo veía irse y miraba para otro lado  y me quedaba sin fuerzas para seguirlo porque no sabía y de todos modos solo me quedaba esperar. Pero al otro día me venía fuerza  yo no sé bien de donde y volvía a buscarlo. No era que lo buscaba en realidad. Era más bien que caminaba despacito porque siempre me costó correr y por ahí andaba él. Y anda todavía por ahí, suelto, sin mucha forma, libre, porque no lo agarro nunca y no sé si lo voy a agarrar, pero lo persigo porque sé que por algún lado anda  el sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.